MI PROPIA PRISIÓN
La noche transcurría con normalidad, cuando de repente se escucharon uno gritos que provenían del final de la galería 1.
La noche transcurría con normalidad, cuando de repente se escucharon uno gritos que provenían del final de la galería 1.
Se suele decir que las cosas suceden cuando menos te lo esperas, a veces incluso, algunos atrevidos dicen que tenemos el destino escrito y que nada ni nadie puede cambiarlo. Aquí estoy, una mujer octogenaria sentada en su escritorio para contar la historia que hizo que mi vida cambiase de repente…
Dicen que entre las sombras del pequeño bosque que rodeaba el pueblo se hallaba una bella mujer, en realidad nadie la había visto, pero todos imaginaban como era. Sería esbelta, con una bonita melena negra cubriendo sus hombros desnudos. Tendría unos grandes ojos verdes y unas pestañas de vértigo que enamorarían a todo aquel que la mirara...