LA MUSA DEL BOSQUE
LA MUSA DEL BOSQUE
Dicen que entre las sombras del pequeño bosque que rodeaba el pueblo se hallaba una bella mujer, en realidad nadie la había visto, pero todos imaginaban como era. Sería esbelta, con una bonita melena negra cubriendo sus hombros desnudos. Tendría unos grandes ojos verdes y unas pestañas de vértigo que enamorarían a todo aquel que la mirara fijamente, unas manos suaves, bien cuidadas y sus piernas serian firmes y seguras en su andar.
Los hombres de aquel pequeño pueblo, siempre la habían imaginado así, y esa historia, era una parte de la herencia que pasaba de padres a hijos.
Las mujeres reían y les dejaban soñar, porque sabían que entre las sombras no existía esa mujer... Esa mujer, era la viva imagen de cada una de las esposas de aquel pueblo.
Las mujeres desde antaño recorrían los arbustos a escondidas, mientras sus maridos pasaban por el camino mirando, soñando un día ver a su gran musa, aquella que tenía a todo el pueblo en vilo. Ninguna de ellas decía nada, pues era un secreto bien guardado, parte de la dote que cada mujer llevaba consigo el día que se casaba.
La ilusión de aquellos hombres hacia felices a sus mujeres. No sentían celos, ni les habían pedido explicaciones, pues en su corazón sabían, que ellas eran la musa secreta de las fantasías de sus maridos.
® Magda Guarido Jonema (17/01/2002)
